Cuando el viento sopla,
y las hojas caen,
y el sol revolotea entre las ramas de los árboles…
es entonces cuando más te deseo…
un deseo que es como anhelar abrazar al viento,
un deseo tan ardiente como la flama del acetileno…
es entonces cuando más deseo besar tus labios…
esos labios besados por el rocío.
Entonces, deseo llevarte a mis parajes…
aquellos parajes de ensueño,
que en sueños contemplé.
es entonces cuando deseo regalarte mi luna,
aquella luna magnífica que ilumina tus ojos…
esos ojos que trascienden, como dos faros,
en la oscuridad del fondo de mi profundo mar interoceánico…
entonces…
deseo desnudarte con mis besos…
y a medida que tu ropa caiga,
mis caricias te dirán:
“confío en ti, mi amor…”.
Datos
Fecha
2003 - 2005
Comentarios
Efectivamente tardé ese tiempo, tres años en terminar este poema… fue muy satisfactorio ver ensambladas finalmente las piezas que me fueron regaladas durante tanto tiempo.
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